Entre tragos y besos, seis diferencias del tequila y el mezcal.
Muchos creen erróneamente que el tequila y el mezcal son idénticos. ¡Y nada que ver! Te platico entonces, entre tragos y besos, seis diferencias entre estas dos bebidas de dioses.
1. Tanto el tequila como el mezcal tienen denominación de origen, por lo que solamente se pueden producir en ciertos estados del país. El tequila se produce en Jalisco y el mezcal, en Oaxaca.
2. Hierba mata carita. O no. El tequila sólo se puede elaborar con un tipo de planta: Agave tequilana, conocida como agave azul. Por el contrario, para la producción del mezcal se utilizan hasta 30 variedades distintas de agave. Aunque el espadín es el más popular, depende mucho de lugar de procedencia. Es por eso que su sabor varía tanto de un estado a otro.
3. El proceso. La destilación del tequila suele ser un proceso industrializado, donde todo está científicamente calculado y se utilizan hornos y alambiques de cobre. La elaboración del mezcal es una tradición artesanal, incluso con hornos de leña. Por eso tiene ese toque ahumado que lo distingue de la neutralidad del tequila.
4. Para que un mezcal sea considerado como tal, tiene que ser 100% agave, mientras que el tequila es mucho más permisivo: basta con que sea 60% agave, el 40% restante suelen ser azúcares y otros ingredientes. Por supuesto que hay tequilas con mayor porcentaje y hasta 100% agave, pero eso ya depende de la calidad que le quiere imprimir la destilería.
5. En gustos se rompen géneros. Los tipos de tequila más populares se pueden clasificar en blanco, oro, reposado, reserva, añejo y extrañejo. Los de mezcal, en minero, pechuga y abocado. A la hora de servirlo, el tequila se acompaña de limón y sal, mientras que el mezcal de una rodaja de naranja y, en ocasiones, un poco de chile en polvo.
6. Dicen por ahí que el tequila se toma a tragos y el mezcal a besos.
¿Qué tal?
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