¿Tinto, blanco o espumoso? La copa perfecta para cada tipo de vino.
Degustar un buen vino es un arte que envuelve todos los sentidos, sumiéndote en una experiencia muy placentera. Para que esta degustación sea perfecta, requiere elementos básicos, como la copa correcta.
Si estas entrando al delicioso mundo de catar vinos o simplemente quieres expandir más tus conocimientos –y de paso impresionar a uno que otro amigo– sobre cómo disfrutar de esta majestuosa bebida, te presentamos que tipo de copa va con cada tipo de vino. Pero antes, una breve infografía de las partes de una copa.
Para vinos tintos.
La copa perfecta es la Borgoña; el tamaño debe ser grande, lo suficiente para llenarse hasta la tercera parte. Como este vino es fuerte, la forma de la copa hará que su aroma no se oxide al mezclarse con el aire y conserve su temperatura.
Para vinos blancos.
El tallo de esta copa debe ser más largo para evitar calentarla con la mano. En sí la copa es chica y de apertura pequeña para conservar el liquido fresco. Por lo regular el fondo de la copa es redondeado.
Para vinos espumosos.
La copa flauta es perfecta para estos; tiene una forma fina y alargada, excelente para observar el ascenso y las burbujas.
Ahora sí, ya estas listo para disfrutar al máximo de tu vino de mesa favorito. Buen maridaje.
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